Lo más importante es saber atravesar el fuego.» CB. Mi recuerdo al poeta del realismo sucio, en el aniversario de su nacimiento. «Los placeres del condenado» Los placeres del condenado se limitan a breves instantes de felicidad: como los ojos con que mira un perro, como una tabla de cera, como un fuego consumiendo el ayuntamiento, el
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